Lituania, Letonia y Estonia son mercados en constante crecimiento y cada vez más abiertos al comercio internacional. Su situación privilegiada como puerta de acceso a Escandinavia y a la Unión Aduanera Euroasiática, su seguridad jurídica, sus precios competitivos y la facilidad para hacer negocios, han consolidado a estas tres repúblicas como una plataforma logística excepcional para el desarrollo de negocios, tanto a nivel regional como global. Los países bálticos ofrecen, también, un entorno favorable para la inversión extranjera, con políticas de incentivos fiscales, lo que ha llevado a la creación de numerosas startups y pequeñas y medianas empresas en sectores como el tecnológico y el fomento de la innovación. Al mismo tiempo, el desarrollo de las infraestructuras ferroviarias en la región presenta grandes oportunidades de negocio, gracias al ambicioso proyecto Rail Báltica. Otras iniciativas son los relacionadas con el impulso de la digitalización, las energías renovables y el turismo.
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